Hace unos días, no recuerdo a cuento de qué, se me ocurrió pensar que, despedir barato, quizás hubiera sido útil
al principio de la crisis si así se evitaban cierres de empresas. Durante los últimos años he sostenido varias veces que un país capaz de producir 3 millones de parados no padece de preciodespiditis (inflamación del precio del despido). Por tanto, la medida anticíclica que yo aconsejaba a quien quisiera oírme era la de abaratar el precio de la contratación, no el del despido.
Sin embargo, el otro día pensé en relacionar el despido de sus trabajadores con el final de la misma. Es cierto (o eso tengo entendido) que antes la empresa que quería despedir hacía un ERE y podía de esta forma "despedir barato". Sin embargo los EREs (excepto si eran los de la Junta de Andalucía, claro) tenían que pasar por una serie de trámites y es posible que solo fueran aplicables a cierto tipo de empresas por lo que no tengo muy claro si en una empresa familiar, Juan y Juana S.L. de cinco o seis personas que además contratan a alguien de la calle en los momentos de bonanza y que lleva, pongamos 10 años en la misma, podían despedir con 20 días por año.
Hay muchos cabos sueltos, muchas conjeturas en el párrafo anterior pero con el atrevimiento que da la ignorancia me permitiré suponer que eso es así y muchas empresas han estado despidiendo con indemnizaciones de 45 días por año en lugar de veinte. En particular Es posible, de hecho muy probable, que Juan y Juana S.L. tuvieran una relación de amistad con sus empleados y les resultara muy complicado el despido. Es posible que acordaran con ellos pagarles 20 días por año y seguir trabajando en negro mientras durara la crisis. Pero también es posible que pagaran religiosamente sus 45 días por año y adiós muy buenas. Los empleados de Juan y Juana S.L. radicada en Madrid, tenían un sueldo bruto de 30.000 euros anuales. Tras diez años de fiel trabajo, recibieron 450 días de sueldo lo que aproximadamente deben ser algo menos de 40.000 euros.
Por tanto, Juan y Juana S.L. se vio obligada a soltar 40.000 euros justo cuando empezaba a arreciar la lluvia en 2009. Quizás para hacer más largo pero también más llevadero el calvario, pidió un préstamo o refinanció el que tenía con otra entidad. Y cinco minutos después de salir del notario la lluvia ya no arreciaba, directamente se había convertido en un tormentazo al que intentaron hacer frente durante un año más, 2010 para finalmente confundidas sus lágrimas con las inmisericordes gotas del líquido elemento, echar el cierre a la persiana de forma definitiva en 2011.
¿Qué hubiera pasado si en 2009 Juan y Juana S.L. hubiera tenido que pagar solo 20.000 euros en vez de los anteriormente citados 40.000?. Pues no lo sabemos pero quizás en vez de echar la persiana en 2011 lo hubiera hecho en 2012, más concretamente en enero, coincidiendo con el final de los últimos polvorones (suponiendo que son una familia modélica y no tienen polvorones rondando por la casa hasta bien avanzado septiembre).
Pues sí, posiblemente una determinación así no hubiera tenido demasiada repercusión. O quizás sí. Quizás sí ... la tenga. Porque ese año de menos que llevan sin hacer nada conlleva o puede conllevar una pérdida de habilidad, el no estar al día de lo último de lo último en su campo o que simplemente no hayan durado lo suficiente como para esperar a que el gobierno de turno les pague lo que les debía que quizás era mucho.
Así que quizás despedir barato pudiera ser la solución ... en el 2009. Ahora no se la veo a no ser que pienses que no creas en el resto de tus medidas y estés convencido de que el crecimiento (por paupérrimo que sea) todavía va a tardar en llegar. En este sentido yo quiero ser medianamente optimista y quiero pensar que la cosa empezará a mejorar tímidamente a finales de este año. Aunque solo sea al invertir la tendencia de las previsiones y que se empiece a decir que en vez de decrecer un 1% lo haremos un 0,5% o cosas así.
Entonces (y ojalá sea así) escucharemos a los políticos actuales decir que ha sido gracias a sus medidas y que, aunque no hay que confiarse, vamos por la buena senda. Los pasados, a pesar de que hicieron básicamente lo mismo dirán lo que decían estos cuando gobernaban ellos y, al igual que estos, pondrán en práctica un "cuanto peor mejor" que les haga soñar con volver al poder local y regional dentro de tres años y ¿quién sabe? si al nacional en el caso de que los españoles interpretemos los signos de mejora que para entonces ya sí deben ser medianamente fuertes como insuficientes habida cuenta de que todavía tenemos una tasa de paro que ronde el 20%.
Si algo de esto sucede, espero acordarme y me encargaré de colgarme los laureles como, evidentemente, merezco. Si no pasa así o simplemente no pasa, será como otra predicción más, se perderá en el laberito del olvido y de los discos duros de Google.
Un saludo, Domingo.
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